MALFORMACIONES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
Hay varias
clasificaciones de las malformaciones del SNC: las más importantes son la
clasificación de Sarnat (Sarnat; 2001), más etiopatogénica y más amplia, y la
de Barkovich (Barkovich; 2001), centrada principalmente en las malformaciones
corticales y más útil clínicamente.
La
resonancia magnética es decisiva para el diagnóstico ya que permite identificar
la mayoría de ellas según su apariencia anatómica característica.
1. ANOMALÍAS DE LA INDUCCIÓN
DORSAL
-Se produce
un defecto de cierre del tubo neural (craneal y/o caudal) que da origen a un
disrafismo (comunicación persistente entre el neuroectodermo posterior y el
ectodermo cutáneo).
-Etiología. Se
especula con un origen multifactorial. Influyen tanto factores genéticos
(mendelianos o multigénicos) como medio-ambientales (madre adolescente, medio
socio-económico deprimido, deficiente aporte de ácido fólico, fiebre materna,
ingesta de valproato, radiaciones. El riesgo de recurrencia para gestantes que
tuvieron un hijo con defecto de cierre del tubo neural varía de un 1,5-5 % y
puede llegar a ser tan alto como de un 10 % en las anencefalias.
-Diagnóstico prenatal. Se
utiliza la ecografía de alta resolución y la determinación de alfa-fetoproteína.
1.1. Disrafismos craneales
1.1.1. Anencefalia: Condición letal e infrecuente actualmente por el adecuado diagnóstico prenatal. Resulta de un fracaso global de cierre cefálico del tubo neural, con degeneración de las células neurales, ausencia de tejido mesodérmico dorsal a los elementos neurales, y no se forma el hueso del cráneo. Quedan restos del SNC, incluyendo médula espinal, troncoencéfalo, cerebelo y parte del diencéfalo. Se asocia frecuentemente a raquisquisis cervical y a herniación del tejido cerebral (exencefalia). Los neonatos pueden presentar automatismos de succión y reflejo de Moro y algunos pueden presentar crisis parecidas a los espasmos infantiles. (Aicardi, 1998) (García-Peñas, 2008). Fallecen en pocos días o semanas.
1.1.2. Atelencefalia: Existe un hueso craneal de apariencia normal, pero
no existen estructuras nerviosas bien diferenciadas por encima del diencéfalo.
Algunos casos presentan crisis epilépticas, con evidencia de descargas en el
EEG (a pesar de la ausencia de una corteza como tal)
1.1.3. Cefaloceles: Existe un defecto mesenquimal con herniación de estructuras
cerebrales y sus cubiertas a través de él. Pueden presentarse como: Cráneo
bífido, meningocele: protusión de un saco herniario que sólo contiene meninges,
encefalocele posterior: puede contener estructuras supratentoriales o
infratentoriales, encefalocele anterior: presentan anomalías ópticas,
hipertelorismo, defectos endocrinológicos, licuorrea persistente y/o meningitis
recurrente.
1.2. Disrafismos espinales: Espina bífida:
Comprende
diversas malformaciones del raquis y la médula espinal originadas por el cierre
defectuoso del tubo neural y sus cubiertas. La espina bífida oculta es un
defecto de cierre de los arcos vertebrales que sólo puede apreciarse en las
exploraciones radiológicas. Por el contrario, en la espina bífida manifiesta se
aprecia desde el momento del nacimiento la presencia de un quiste localizado
casi siempre en la región lumbosacra. El quiste puede estar formado
exclusivamente por meninges (meningocele) o bien por meninges, médula espinal y
raíces nerviosas (mielomeningocele).
1.2.1. Etiopatogenia: La espina bífida es un defecto
primario del cierre posterior del tubo neural, que estaría presente ya en la
cuarta semana tras la concepción como resultado de la acción de factores genéticos
y ambientales. (Botto, 1999) La espina bífida y la anencefalia son las dos
malformaciones más frecuentes del tubo neural y afectan aproximadamente a 1-2
de cada 1.000 nacidos vivos. Excepcionalmente se encuentran alteraciones
cromosómicas en pacientes con espina bífida. Los factores teratógenos
relacionados son la diabetes y la hipertermia materna, el consumo de alcohol y
ácido valproico y, sobre todo, la deficiencia de ácido fólico en las primeras
semanas de la gestación. A partir de 1970 se comprobó epidemiológicamente que
el consumo insuficiente de folatos y otros micronutrientes que caracteriza una
alimentación deficiente se correlaciona con un nivel socioeconómico bajo y un
aumento de la incidencia de malformaciones del tubo neural.
1.2.2. Clínica: La espina bífida oculta suele ser asintomática,
y frecuentemente es un hallazgo radiológico casual. Cuando existen anomalías
medulares asociadas o médula anclada puede aparecer incontinencia de
esfínteres, trastornos locomotores, dolor o alteraciones de los reflejos
osteotendinosos. Los meningoceles tienen en general buen pronóstico, ya que no
hay alteración medular. Los mielomeningoceles producen una paraplejia con
afectación motora, sensitiva y esfinteriana. La extensión de la afectación
clínica depende del nivel de la lesión. Casi todos asocian malformación de
Arnold-Chiari e hidrocefalia. Los mielomeningoceles se complican frecuentemente
con meningitis, bien ascendente por infección del quiste, bien secundaria al
tratamiento quirúrgico de la hidrocefalia.
1.2.3. Diagnóstico: El meningocele y el mielomeningocele son
evidentes desde el momento mismo del nacimiento. Para diagnosticar las
malformaciones medulares asociadas la mejor prueba es la RMN . Se puede hacer
el diagnóstico prenatal a partir de la semana 14 de gestación mediante medición
de alfafetoproteína en el suero materno y ecografía fetal de alta resolución.
1.2.4. Prevención: Está demostrado que la ingesta de un suplemento
de ácido fólico (0,4 mg/día) durante la etapa periconcepcional reduce
significativamente la incidencia de defectos del tubo neural. Esta medida, para ser eficaz, debe anteceder
al momento de la concepción y en modo alguno debe retrasarse hasta el
diagnóstico del embarazo. El riesgo de espina bífida es mayor en las mujeres
que han tenido ya un hijo con esta malformación, así como en las diabéticas y
en pacientes que toman fármacos antiepilépticos.
2. ANOMALÍAS DE LA INDUCCIÓN VENTRAL
Cuando
fracasa la inducción ventral, implicando a las 3 capas germinales se afecta,
primordialmente, la telencefalización (división y expansión lateral de la
vesícula cerebral primaria) y frecuentemente se asocian defectos de la línea
media cráneo-facial. Se puede asociar a cromosomopatías (trisomías 13 y 18) y
factores ambientales (diabetes materna).
2.1. Holoprosencefalia:
Es un
cerebro no dividido anteriormente. Existe una desorganización de la corteza
cerebral y las neuronas se encuentran en menor número y desorientadas
geométricamente, no adoptando una laminación normal.
Se asocia
con trisomía 13-15 y trisomía 18, además de otras alteraciones cromosómicas.
Muy
frecuentemente asocia alteraciones morfológicas de la línea media facial, que
pueden ir desde alteraciones leves hasta aberraciones estructurales severas. El
más grave de los defectos faciales es la ciclopia, caracterizado por el
desarrollo de un solo ojo, que se ubica generalmente en el área ocupada
normalmente por la raíz de la nariz, y la ausencia de la nariz o una nariz en
la forma de una probóscide situada por encima del ojo. La etmocefalia es la anomalía
facial menos común. Consiste en una probóscide que separa ojos muy juntos,
ausencia de la nariz y microftalmia. La cebocefalia es otra anomalía facial
caracterizada por una nariz pequeña y aplastada con un solo orificio nasal
situada debajo de unos ojos subdesarrollados y muy juntos. La anomalía facial
menos grave es el labio leporino, también llamado agenesia premaxilar.
Suele
asociar retraso psicomotor de grado variable, tetraplejia espástica y
convulsiones secundarias.
El
diagnóstico prenatal es posible con el empleo de ecografía fetal de alta
resolución (se debe valorar sobre todo el hipotelorismo).
3. ANOMALÍAS DE LAS ESTRUCTURAS DE LA LÍNEA MEDIA CEREBRAL
3.1. Disgenesias del cuerpo calloso
Pueden
consistir en agenesia completa, agenesia parcial e hipogenesias. Su incidencia
alcanza hasta el 1/20.000 recién nacidos. Suelen asociarse a otras anomalías
del SNC, como colpocefalia, quistes interhemisféricos, heterotopias,
alteraciones de migración neuronal, cefaloceles, hidrocefalia, quistes de fosa
posterior, agenesia de vermis, anomalías de Chiari, agenesia del septum
pellucidum, y lipomas (Dobyns, 1996). Son frecuentes las malformaciones
oculares. Se describen 2 subgrupos: formas no sindrómicas y sindrómicas.
3.2. Displasia septo-óptica
Es la
ausencia de septum pellucidum con hipoplasia de tractos ópticos. Se describen 2
subtipos: Tipo I (sin anomalías concomitantes) y Tipo II (asociada a anomalías
de migración neuronal).
4. ANOMALÍAS DE LA PROLIFERACIÓN-DIFERENCIACIÓN
CELULAR
Se deben a
alteraciones en la fase de proliferación celular que sigue al cierre del tubo
neural y que es anterior a la migración neuronal y a la corticogénesis. Existe
una estrecha relación entre las alteraciones de la migración neuronal y las
alteraciones de la proliferación celular.
4.1. Microcefalia
Se
consideran 2 tipos:
-Microcefalia vera.
Existe una microcefalia llamativa, con desproporción cráneo-facial. Hay una
importante pérdida de neuronas en las capas II y III del neocórtex. Se han
descrito patrones de herencia autosómica dominante, con expresividad variable,
y autosómica recesiva.
Entre las manifestaciones clínicas, destacan:
comportamiento hiperquinético, retraso mental leve, problemas de coordinación motriz
y crisis convulsivas.
-Microcefalia radial.
Se relaciona con cerebros muy pequeños que conservan su estructura cortical
radial en columnas, pero que tienen una gran reducción de elementos neuronales
y gliales. Cursa con retraso mental y epilepsia.
Existe un
exceso de proliferación celular, a veces de tipo pseudotumoral o hamartomatoso.
La clínica depende de la etiología del proceso. Las formas familiares cursan
frecuentemente con macrocefalia aislada.
4.3. Hemimegalencefalia
Es una
alteración compleja que incluye alteraciones tanto de la proliferación como de
la migración. Puede afectar al cerebro y/o cerebelo. El patrón de
circunvoluciones del hemisferio afecto es anormal y se observan áreas de
paquigiria y/o polimicrogiria. El neocórtex pierde su organización laminar, se
observan células gigantes multinucleadas y son frecuentes las heterotopias
neuronales y gliales. Suele cursar con retraso mental de grado variable,
hemiparesia y epilepsia (de inicio precoz y de difícil control). Puede
presentarse de forma aislada o bien en el contexto de síndromes neurocutáneos o
asociada a errores innatos del metabolismo como anomalías de la cadena
respiratoria Muchos casos cursan como una encefalopatía focal progresiva y
requieren cirugía.
5. ANOMALÍAS DE LA MIGRACIÓN NEURONAL
El complejo
proceso de la migración celular puede ser interferido tanto por causas
adquiridas como genéticas. Dependiendo de la edad gestacional y la gravedad del
proceso causal el espectro de anomalías de la migración se puede manifestar
como una forma mayor (lisencefalia-paquigiria o polimicrogiria) o como una
alteración menor (laminación anormal del neocórtex o microdigenesias). Ambos pueden
ser localizados o multifocales.
5.1. Complejo agiria-paquigiria
La
lisencefalia o agiria es una malformación importante de la corteza cerebral
caracterizada por una superficie cerebral lisa, sin surcos. La paquigiria representa
una forma menos grave, con corteza cerebral engrosada y escasez de surcos
cerebrales. Hay muchas formas intermedias entre ambas. Se distinguen diversos
grupos sindrómicos:
-Lisencefalia clásica o
Lisencefalia tipo I. Es un trastorno de la migración neuronal
producido por alteración de la expresión de los genes que median en la
migración (Sarnat, 2001). El gen de la lisencefalia (LIS-1) codifica la
subunidad beta del factor activador de plaquetas acetilhidrolasa (Reiner,
1995), y su mutación da lugar a engrosamiento del córtex cerebral con
disposición cortical en 4 capas anómalas (Aicardi, 1998), frecuentemente
asociado a heterotopias neuronales y disgenesia del cuerpo calloso. Hay un
claro límite entre sustancia gris (SG) y sustancia blanca (SB), siendo la
proporción SG/SB de 4:1. Comprende un espectro de asociaciones sindrómicas
variables: Síndrome de Miller-Dieker ( presentan lisencefalia clásica y crisis
epilépticas frecuentes, se identifica una deleción en la región 17p13.3 en el
92 % de los casos), secuencia de lisencefalia aislada, secuencia de
lisencefalia ligada al cromosoma X - heterotopia subcortical en banda.
-Microlisencefalia. Lisencefalia con microcefalia
congénita grave, e hipoplasia marcada del cerebro y cerebelo.
-Lisencefalia con hipoplasia cerebelosa. Síndrome de lisencefalia
cerebro-cerebelosa. No presentan microcefalia tan intensa como en la
microlisencefalia.
-Lisencefalia tipo II o dysplasia tipo cobblestone. Es una malformación cerebral
compleja que asocia 5 tipos de alteraciones: lisencefalia, ventriculomegalia,
anomalías de la sustancia blanca, hipoplasia de cerebelo y troncoencéfalo y
polimicrogiria cerebelosa. Se asocia con malformaciones oculares y/o distrofia
muscular congénita (DMC). Agrupa tres síndromes con herencia AR.
5.2. Polimicrogirias
Se
caracterizan por presentar macroscópicamente un cerebro con un gran número de
pequeñas circunvoluciones, separadas por amplios surcos y discreto
engrosamiento focal de la corteza cerebral. Asocian generalmente
heterotopias neuronales, ventriculomegalia y áreas de paquigiria. Una causa
importante es la infección congénita por CMV (Aicardi, 1998) (Barkovich, Pediatric
Neuroimaging, 2000). Se distinguen diversos síndromes anatomoclínicos,
que incluyen: Polimicrogiria bilateral parcial, polimicrogiria unilateral y
esquizencefalias. Estas últimas son la forma más grave, aunque localizada, de
las alteraciones del manto cortical. Se deben a un fracaso total y segmentario
en la formación de la matriz germinal o de la migración de los neuroblastos
contenidos en dicha zona, produciéndose una fisura que se dirige desde la
corteza hasta la superficie ventricular. Se considera que se originan por una
alteración vascular que dificulta los mecanismos de reparación celular e
interfiere la migración neuronal en un área circunscrita de la corteza (Tanaka,
2000). Pueden ser uni o bilaterales y puede haber displasias corticales y
ausencia de septum pellucidum. Los bordes de la hendidura esquizencefálica
presentan corteza polimicrogírica. Hay 2 tipos: de labios cerrados y de labios
abiertos.
5.3. Heterotopias neuronales
Es la
disposición inhabitual, fuera de las capas corticales, de elementos neuronales
y/o gliales. Muchas veces, se asocia con otras anomalías de la migración
neuronal o con síndromes malformativos complejos. Se distinguen formas difusas
y formas focales.
5.4. Displasias corticales
Son
alteraciones focales y limitadas de la organización de la corteza cerebral, en
las que se altera la disposición radial y laminar de las células, con
heterotopias neuronales y gliales, y son frecuentes las células gigantes
multinucleadas. Suelen descubrirse en el contexto de una epilepsia parcial
refractaria.
6. ANOMALÍAS DE LAS ESTRUCTURAS DE LA FOSA POSTERIOR
Suelen
asociarse a otras anomalías congénitas del SNC (agenesia de cuerpo calloso,
displasias corticales, hidrocefalias, encefaloceles, etc.).
6.1. Anomalías del cerebelo
6.1.1. Malformación de Dandy-Walker: Se produce por atresia de los
foramina de Luschka y Magendie, con persistencia de la estructura membranosa
anterior que tapa al IV ventrículo. Incluye: Agenesia parcial o completa de
vermis cerebeloso, dilatación quística del IV ventrículo que comunica con una
megacisterna magna e hidrocefalia evolutiva. En un 68% se asocian otras
anomalías y en un 25-30% existen malformaciones no neurológicas como defectos
de la línea media facial, dismorfia facial y cardiopatías congénitas. Se trata,
generalmente, de un proceso esporádico, no familiar.
6.1.2. Variantes de Dandy-Walker: Incluyen la agenesia vermiana
incompleta y las formas con ausencia de quiste llamativo del IV ventrículo. Son
muy difíciles de diferenciar de los quistes aracnoideos retrocerebelosos y de
la megacisterna magna aislada. Pueden ser un marcador de algunos errores
innatos del metabolismo.
6.1.3. Atresia completa de las foraminas del iVº
ventrículo: En
situaciones distintas al complejo malformativo de Dandy-Walker. Proceso
infrecuente que produce una hidrocefalia rápidamente progresiva. Se identifica
una membrana fibrosa y una reacción gliótica que bloquea las foraminas del IV
ventrículo.
6.1.4. Síndrome de Joubert: Se produce un agenesia de
vermis cerebeloso de grado variable, hiperpnea episódica en periodo neonatal,
alternando con pausas de apnea, movimientos oculares anómalos, ataxia, retraso
mental de grado variable, anomalías oculares (displasia retiniana, coloboma
coroidoretiniano), asimetría facial, dismorfia facial, y quistes renales. Es de
herencia AR y más frecuente en varones.
6.1.5. Aplasias e hipoplasias del cerebelo: Las hipoplasias cerebelosas
son frecuentes, suelen ser unilaterales y se asocian a otras anomalías
del SNC (ectopia de los núcleos del tronco encefálico, agenesia de cuerpo
calloso, hidrocefalia, holoprosencefalia). Puede cursar desde formas
asintomáticas a pacientes con ataxia, retraso mental y variantes de una PCI
atáxica.
6.1.6. Alteraciones de la organización de la corteza
cerebelosa: Son
anomalías muy frecuentes y no suelen tener trascendencia, a no ser que se
asocien a otras anomalías más significativas.
6.2. Malformaciones de Chiari
Descritas
por primera vez por Chiari en 1891 sobre la base de hallazgos de autopsia, este
grupo de malformaciones que lleva su nombre pueden describirse como anomalías
en la posición del cerebelo, aisladas o asociadas a otros elementos patológicos
de la fosa posterior. Se asocia a siringomielia en un 20%-75% de los casos. Se
describen 4 tipos de malformación de Chiari, que por sus características
presentan manifestaciones clínicas diferentes.
6.2.1. Malformación de Chiari tipo I: Consiste en un descenso de las
amígdalas cerebelosas a través del agujero occipital, con ocasional descenso
del bulbo raquídeo. La presencia de un descenso de las amígdalas cerebelosas no
siempre conlleva la aparición de manifestaciones clínicas, ni siquiera la
existencia de un trastorno patológico propiamente dicho. Así, un descenso de
hasta 5 mm puede considerarse como variante de la normalidad en niños pequeños.
En general la presencia de un descenso de más de 12 mm se acompaña de síntomas
clínicos.
6.2.2. Malformación de Chiari tipo II: También denominada
malformación de Arnold-Chiari. Es un desplazamiento descendente del bulbo
raquídeo, vermis cerebeloso, protuberancia y IV ventrículo. Las amígdalas
cerebelosas se sitúan completamente por debajo del agujero occipital. La
asociación con mielomeningocele lumbar e hidrocefalia es la norma. Las
manifestaciones clínicas pueden presentarse en el neonato como deterioro
neurológico troncoencefálico con estridor respiratorio y apneas, disfagia,
opistótonos y tetraparesia. En edades superiores presentan sintomatología de
afectación cerebelosa con ataxia, nistagmus y afectación de pares craneales
bajos.
6.2.3. Malformación de Chiari tipo III: Es la combinación de un encefalocele
occipitocervical con una pequeña fosa posterior, lo que condiciona un
desplazamiento completo de los elementos del tronco cerebral y ocasionalmente
del cerebelo. Asocia otras anomalías cerebrales como tentorio displásico,
agenesia parcial o total del cuerpo calloso y agenesia del septum pellucidum.
Es la forma menos frecuente y más grave. Habitualmente se considera incompatible
con la vida.
6.2.4. Malformación de Chiari tipo IV: Es una hipoplasia cerebelosa grave
asociada con un mielomeningocele sin existir desplazamiento de estructuras.
importante saber y identificar lo que son las anomalías congénitas del sistema nervioso central y su desarrollo adquisición y sintomatologia como también la detección temprana y manejos de posibles casos para guiar su rehabilitación y enfatizarlos en una estimulacion temprana y un seguimiento seguro.
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